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Orgullo argentino, victoria española

Orgullo argentino, victoria española AP

Argentina perdió 75-95 ante España por la final del Mundial de Básquet en China y consiguió la medalla de plata.

El seleccionado argentino dirigido por Sergio Hernández estuvo todo el partido detrás del conjunto europeo y nunca pudo encontrar su nivel de juego. Al término de los dos primeros cuartos la diferencia en favor de los españoles era 31-43. Con dos triples casi consecutivos de Nicolas Brussino se intentó una remontada que nunca llegó a ser tal. Los argentinos se enredaban en cada ataque y no doblegaron la defensa ibérica que tuvo como estandartes a Marc Gasol y Hernan Gomez Geuer con tres bloqueos cada uno, respectivamente.

A diferencia de los partidos anteriores, Argentina pareció estar apurada y, por ello, tomar muchas malas decisiones tanto en ataque como en defensa. Luis Scola nunca pudo entrar en juego y se notó drásticamente, con solamente ocho puntos anotados durante el partido, Argentina lo sintió profundamente. La figura de un desdibujado equipo argentino fue Gabriel Deck que se despachó con 24 puntos y un rebote.

El último cuarto fue el más parejo y España lo ganó solamente por un punto (28-29). Argentina con más corazón que juego pudo acercarse a un equipo español que pareció siempre tener todo controlado. A pesar de los embates y desesperados tiros de los argentinos, los europeos siempre contaron con la tranquilidad del resultado y supo manejar esa comodidad a su antojo. A falta de dos minutos para terminar el partido ya estaba todo dicho y el seleccionado de Sergio Scariolo serían los campeones mundiales.

“Hoy ganamos la medalla de plata, no perdimos la de oro”, sentenció Sergio Hernández al terminar el partido con claros signos de dolor. Esta vez, el alma y el corazón no pudieron ante la eficiencia y efectividad del equipo rival. España tuvo el nivel que no tuvo durante el Mundial y Argentina bajó sustancialmente el suyo. No es casualidad que el marcador terminara con 20 puntos de diferencia. Hay futuro con esta nueva generación de básquet argentino, hay esperanza que en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 esta generación sea nuevamente dorada.


Por Marco Camparone


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