Nicolás Córdoba: "Mi objetivo es romperla en Tokio 2020"
El gimnasta Nicolás "Colo" Córdoba habló con el programa Con el pie izquierdo, Radio Sur FM 88.3, hizo su balance del 2016 y anticipó cómo viene el ciclo olímpico hacia Tokio 2020.
El santafecino - junto con Ailén Valente fueron los dos representantes argentinos de gimnasia artística en los Juegos Olímpicos de Río- aseguró que comenzó el 2017 brindando con "juguito y gaseosa". "Ya empezamos la pretemporada a full, así que no había que pasarse con los excesos", comentó.
Luego de su participación en Río, solo entrenaba un solo turno "por una lesión de la rodilla", y estuvo concentrado en la recuperación. El "Colo" confesó que los primeros días de enero fueron "durísimos", pero ahora "el barquito ya empezó a navegar y va bien".
"El balance del 2016 fue súper positivo".
En cuanto al balance del año pasado, afirmó que "siempre lo toma positivo". Y explicó: "Si me va mal en una competencia o en una preparación lo tomo como positivo porque puedo aprender de ese error, y en el caso de que me vaya bien también aprendo". Por eso el 2016 para el gimnasta fue "súper positivo". "Fui a una gira de Copas del mundo, saqué unas medallas, quedé en el ranking mundial, otra vez entre los seis primeros. Fui a los Juegos Olímpicos, que era mi sueño deportivo de toda mi vida", contó el ganador del Premio Olimpia al gimnasta del año 2016, el tercero en su haber.
Con respecto a su primera experiencia olímpica, Nicolás aseguró que fue "increíble". "Desde que me enteré que iba a ser parte de la delegación argentina -estaba como primer reserva y por la lesión del portugués Gustavos Simoes, compitió en Río- fueron todos entrenamientos positivos y nada me ponía de mal humor", comentó. La gente, el ambiente, compartir en la villa olímpica, estar con los mejores del mundo, ver otros deportes, todo eso le resultó "increíble" y le "encantó", y por eso tiene ganas de "ir a Tokio en el 2020".
"Desde que me enteré que iba a ser parte de la delegación argentina en Río, fueron todos entrenamientos positivos y nada me ponía de mal humor".
El camino hacia Río no fue fácil. En el Preolímpico de abril cumplió con el objetivo del puntaje, consiguió la clasificación, pero en la lista oficial de los resultados aparecía como primer reserva. "Empezamos a averiguar, nos peleamos allá y me mostraron el reglamento. Tiene que haber un mínimo de deportistas por continente, hicieron el cálculo y fui desplazándome hasta quedar primer reserva", explicó.
Luego de ese episodio, sumado a que cuatro años antes no había clasificado para Londres 2012 porque no pudo con "la presión" en el momento de la definición, dijo:“Ya está, esto no es para mí, no compito más, ya fue, cuelgo los guantes que usamos para competir y no entreno más”. Con el apoyo de su familia, amigos y su entrenador siguió adelante y decidió irse a entrenar a Estados Unidos. Estaba allá y se enteró que su colega portugués Simoes se había lesionado y él iba a viajar a Río a competir. "Fue medio complicado el primer momento que me llamaron, pero después fue felicidad de poder cumplir con mi sueño", dijo contento.
El tema de la alimentación para los deportistas es fundamental. Para Córdoba a veces "es muy duro", porque tiene una "vida social activa, muchos amigos, muchas juntadas", y tiene que "decirle que no" a un montón de cosas. "Obviamente, yo tengo una dieta por una nutricionista, que está todo controlado. Puedo comer pizza, chocolate, puedo comer de todo, pero lo importante es saber en qué momento comerlo y en qué parte del día", afirmó.
Junto con otros deportistas santafecinos (Rubén Rézola, Yanina Martínez, Cecilia Carranza, Manuel Brunet, Santiago Grassi) forma parte del Programa de Alto Rendimiento para Tokio 2020. Nicolás opinó al respecto: "Este programa está buenísimo, tenemos como objetivo romperla en Tokio".
Y explicó de qué se trata: "La idea es sumar más gente a ser parte del proyecto, porque nos piden resultados deportivos y tenemos que estudiar. Cada uno que quiera tener beneficios tiene que estar estudiando una carrera universitaria. Lo que quieren es que las empresas pongan dinero y se distribuya en el grupo de deportistas seleccionados. Es más que nada para que empiece ahora como modelo para más adelante, que más deportistas se sientan motivados de que van a tener un apoyo, pero que no la tienen fácil, sino que tienen que ponerse a entrenar y a estudiar".
El especialista en barra fija hizo el curso de juez de gimnasia y en marzo hará el curso internacional para "poder empezar a hacer una carrera en el arbitraje de la gimnasia mundial". En estos cuatro años va a entrenar "a full" para poder "romperla en Tokio", pero también quiere empezar a darle "un poco más de bola" a la parte intelectual. En el futuro, el "Colo" espera poder "dar una mano dirigencialmente" cuando ya no entrene más. "Quiero empezar desde ahora para ganar terreno, empezar a ganar contacto y que la gimnasia argentina se empiece a ver diferente o mejor vista en el resto de mundo", afirmó.
"El mayor problema que tenemos en Argentina es la infraestructura".
Hacia el final de la charla, Nicolás fue consultado sobre la actualidad de la gimasia argentina y con seguridad dijo que el mayor problema "es la infraestructura", porque montar un gimnasio "sale muy caro". "En nuestro país tenemos un solo gimnasio para poder entrenar alto rendimiento que es el que está en el Cenard, y después en todos los lugares no llegamos con lo que debemos tener para llegar a un alto nivel", explicó.
"Por eso que yo el ciclo olímpico pasado me dediqué a viajar de acá para allá para poder elevar mi nivel gimnástico y funcionó, porque en el 2015 quedé primero en el ranking mundial, después pude conseguir la clasificación a Río y así un montón de competencias con buenos resultados", finalizó el gimnasta santafecino que espera estar en los próximos Juegos Olímpicos.
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