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Iván Carino, un remero multifacético

El remero de la Selección argentina Iván Carino se prepara para el Sudamericano de Brasilia, que se hará entre el 27 y 30 abril. En los tiempos libres que le deja el deporte, se dedica a animar fiestas infantiles y a hacer shows de humor.


Estamos a las orillas del Río Reconquista, en la Pista Nacional de Remo de Tigre, al lado del galpón de la Asociación Argentina de Remeros Aficionados donde guardan los botes los remeros de la Selección. Iván Carino, un muchacho alto, de casi dos metros de altura, nos recibe, nos muestra su lugar de entrenamiento y nos presenta a otros remeros que preparan sus botes para salir al agua. Se acomoda con el Reconquista de fondo y empieza la charla.

Iván tiene 25 años y comenzó a practicar remo en el 2006, cuando tenía 15, por recomendación médica. "Desde los seis que jugaba al futbol, pero ya a esa edad había crecido mucho y estaba con la espalda muy encorvada. El médico me había recomendado hacer natación o remo para enderezar, por cómo se trabaja el cuerpo, y fui a natación, no me gustó, y terminé yendo a remo porque tenía dos compañeros de colegio que me dijeron que probara, que estaba buenísimo", cuenta Iván, quien atajó en Tigre y River, antes de comenzar a remar.

"Soy bastante ´TOC´ cumpliendo las cosas. Hasta el día de hoy hay cosas que tengo que seguir mejorando y las tengo entre cejas para trabajarlas".


El doble medallista panamericano de Toronto 2015 (plata en ocho con timonel y bronce en cuatro sin timonel) asegura que es "bastante ´TOC´ (trastorno obsesivo compulsivo) cumpliendo las cosas". "Hasta el día de hoy hay cosas que tengo que seguir mejorando y las tengo entre cejas para trabajarlas", dice.
Al momento de comentar qué es lo que más le gusta del remo, afirma: "El compromiso que tenes que tener, la dedicación, y también con el tiempo me di cuenta que el remo te forma para un montón de cosas: en los valores, la constancia, el esfuerzo que hay que hacer día a día, te forma mucho eso del deporte y el remo en sí que es muy duro".

Carino, nacido en San Fernando, compitió por primera vez con la Selección argentina en el año 2008, en el Sudamericano de Chile. "En sí se dio bastante rápido, yo arranqué a los 15 y ya en el equipo sub 18 estaba ahí, por la edad ya estaba bastante cerca. Con el tema del futbol ya tenía un buen estado físico y más la altura, entré al equipo oficial", relata. "En el Sudamericano nos fue mal, ahí fue cuando más me di cuenta que me gustaba cerrar los ojos y darle. Fui con el objetivo de una medalla de oro en el bote de a dos, y por una cosa que pasó en la regata -a su compañero se le bajó la visera, porque les habían cortado el pelo en el bautismo- nos ganaron los chilenos. Son cosas que pasan, más cuando sos junior, que estas recién empezando. Desde ahí, volví ese año y les dije a mis papás: ´Me quiero dedicar de lleno con el remo´, y empecé a entrenar muy fuerte", recuerda.


"Al ser un deporte con tan poca repercusión, por ahí uno está en la Selección, va a competir y no se da cuenta que está representando al país".


Para Iván vestir la camiseta argentina es "algo muy lindo", aunque confiesa que hay veces que "no se da cuenta". "Al ser un deporte con tan poca repercusión, por ahí uno está en la Selección, va a competir y no se da cuenta que está representando al país. Pero cuando ya caes y te das cuenta, en un Sudamericano, en un Panamericano, cuando ganas; cuando ganamos el Sudamericano el año pasado se me puso la piel de gallina, escuchar el himno. Lo mismo en los Juegos Panamericanos del 2015, es algo muy lindo y también está muy bueno el tema de que todos te alientan, te apoyan", comenta.
"Hay muchos que te dicen: ´Che, me re inspiras, me re gusta lo que haces, te re sigo´, siento que también ayudo a otras personas a seguir adelante con sus sosas", dice orgulloso.

A mediados del año pasado, la dirigencia de la Asociación Argentina de Remeros Aficionados anunció la salida del entrenador jefe del seleccionado nacional, el francés Jean-Raymond Peltier, cuyo contrato finalizaba luego de los Juegos Olímpicos. Sólo dos remeros compitieron en Río: Lucía Palermo y Brian Rosso, cuyos botes llegaron con demora a Brasil.
Sobre la actualidad del remo argentino, Carino opina: "Ahora estamos en un año que estamos comenzando después de lo que fue Río 2016, que terminó un ciclo olímpico y arrancó otro, en la transición. Por lo cual hay que empezar a acomodarse, seguir sumando kilómetros". "En sí el remo argentino está bien, hubo pocos remeros que dejaron de remar, seguimos bastantes, y hay un equipo junior sub 18 que está viniendo muy bien desde abajo", asegura.

Los entrenamiento son "duros", de lunes a lunes, de los cuales cinco días son doble turno, mañana y tarde. "Le damos mucho, obviamente, al agua, a remar varios kilómetros. Y complementamos los días que no se puede remar o por ahí el entrenador, para no quemarnos la cabeza, dice: ´En vez de remar, hoy hacen bici o correr´, o remoergómetro (la máquina de remar)", explica.

Al momento de describirse como deportista, Iván piensa, se ríe ("Esas preguntas que se me complican, jaja"). "No sabría decirte. Intento ser lo más espontáneo posible. Por ahí arranqué más tarde el tema de la actuación que el remo, pero lo que me enseñó fue eso: la actuación me es más fácil hacerlo, que remar. Porque cuando estoy actuando, haciendo una animación, un show, es como que estoy en un personaje y pasa cualquier cosa. Una vez estaba haciendo un show de stand up, dejó de funcionar el micrófono, me dieron otro, seguí, también se rompió ese, me dieron otro, y como que siempre la jugué desde el humor, seguí para adelante. Y eso tiene mucho el remo también, hay veces que vas compitiendo y por ahí pasó algo en la regata, te desacomodaste y tenes que seguir. Me gusta buscar, porque obviamente cuesta mucho más en el remo, muchas veces es eso: ser espontáneo, ser uno mismo y fluir dentro de las circunstancias que vayan ocurriendo", explica.

Sobre la Pista Nacional de Remo, de la que tanto se habló con la campaña “Limpiemos el Reconquista”, Carino opina: "Ahora está un poco mejor, están haciendo un trabajo intenso, se ven máquinas trabajando que están sacando toneladas y toneladas de basura, viene mugre de muchos lados. Y está mejorando, es un trabajo largo que van a tener que hacer, pero yo le tengo fe. Por ahí a nosotros nos cuesta, hay varios días que salimos a remar, nosotros avanzamos para atrás, por lo cual no vemos por donde avanzamos, vamos remando y tenes que ir dándote vuelta muchas veces para no romper el bote. Ayer estaba remando y le pegué a una bolsa, y casi me voy al agua. Pero bueno, es lo que nos tocó lamentablemente, hay que remarla.



La motivación es fundamental para todo deportista. Iván tiene un psicólogo deportivo que generalmente lo "motiva bastante". Al respecto dice: "Hay muchos entrenamientos en los que me da mucha fiaca, porque estoy cansado, por ahí vengo de entrenar, me fui para el salón a recibir gente, después me fui a entrenar de nuevo y llego filtrado, pero yo sé que me gusta mucho competir, que me destaco bastante compitiendo, por lo cual es eso: las ganas de competir y mejorarme en las competencias".

"Me marcó mucho mi primer Mundial, en 2009".


Un momento de su carrera deportiva que recuerda es el Mundial junior de 2009, en Francia. "Me marcó mucho mi primer Mundial, fue todo como muy mágico". Ahí formó el cuádruple (junto con Agustín Díaz, Rodrigo Sánchez y Facundo Torres) y les fue "muy bien". Eran 36 botes, clasificaron a la final y terminaron sextos.
"Fue un muy buen Mundial. Mi primer Mundial y ya estábamos en una final, cada vez que lo pienso se me pone la piel de gallina, fue algo muy bueno y es lo que más me gustó. También tuve muchos momentos muy buenos, también muy malos que me ayudaron a seguir creciendo como deportista, pero ese Mundial lo voy a recordar siempre", comenta sonriente.

"La parte artística me sirvió mucho a desarrollar a Iván Carino, a crecer como persona".


El remero en los tiempos libres que le dejan los entrenamientos y las competencias se dedica a animar fiestas infantiles con su emprendimiento personal "Chiquitos Eventos", y también es dueño del salón "Asterisco Fiestas", en Vicente López. Además, hace shows de stand up y fue payamédico.

"La parte artística me sirvió mucho a desarrollar a Iván Carino, a crecer como persona", asegura. Y agrega: "Yo era una persona muy tímida y también le tenía vértigo a las alturas". Sobre sus comienzos en el mundo actoral relata: "En 2011 fui a un Mundial sub 23, entrené todo el año, solamente remé. Fuimos al Mundial, quedamos quintos, pero llegué con la cabeza explotada, me di cuenta que no podía solamente remar, necesitaba hacer algo que me guste además del remo, para ser mi cable a Tierra. Y justo vi que una chica había subido una foto en un trapecio, contacto mío de Facebook, le escribí y me dijo que había un circo en San Fernando, el circo Congo, fui a ver cómo era, me re contra gustó. Arranqué a hacer trapecio, a vencer mi vértigo a las alturas y empezamos a hacer funciones".
Luego de hacer temporadas por las plazas de Tigre, su rutina de trapecio y acrobacia junto con una compañera, se transformó en un número de humor, hasta llegar a conformar "Los Chiclosos", un número cómico con otros chicos.

"Me di cuenta que me gustaba mucho hacer reir a la gente, me cargaba de energía escuchar las risas".


"Me di cuenta que me gustaba mucho hacer reir a la gente, me cargaba de energía escuchar las risas, ver que me están mirando atentos con una sonrisa, eso me encanta", comenta sonriente. Hizo un curso de clown, donde conoció a una chica que era payamédica: "Le pregunté qué era, me comentó y dije: ´Quiero hacerlo´, y a la semana siguiente empecé el curso", dice el remero-payamédico que en sus comienzos visitaba a los pacientes del Hospital San Fernando.
Complementar el deporte y la parte artística "no es fácil, pero se puede", asegura Carino. Su socia del salón "Asterisco Fiestas" lo ayuda cuando entrena o tiene que competir, lo mismo sucede con su staff de animación de fiestas infantiles a domicilio de "Chiquito Eventos", que son "de re contra confianza".

El remero multifácetico también se describe espontáneo en su lado artístico. "Busco ser lo más espontáneo, inocente y cómico posible. Estoy haciendo humor para los chicos y, a la vez, los adultos están riéndose también, eso es a lo que más apunto", explica.


En la previa al Sudamericano de Brasilia esta dedicado full time al remo, y asegura que su objetivo deportivo está en conseguir la medalla dorada en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, "sea en el bote que sea", y en llegar a Tokio 2020 y "hacer una buena competencia". "Mi idea es ir haciendo así progresivo para llegar lo mejor posible". Después "se verá".
"Yo tengo ganas el día de mañana, cuando deje de remar, de hacer giras por el interior con mi show de circo, quizás abrir otro salón. Me veo mucho, me veo bien haciendo esto: humor, shows y demás", finaliza el remero de la Selección nacional.

Entre el 27 y el 30 de abril se hará el Sudamericano de remo en Brasilia.
Carino comenta cómo se prepara: "Estamos entrenando a toda máquina, preparándonos, ahora vamos a competir en el bote de a cuatro (M4-) y en el bote de a ocho (M8+), yo. Argentina lleva todos los botes. El año pasado competí en los mismos, ganamos medalla de oro en los dos, así que es ir a defender el título".



Por Natalia Auerbach

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