"Cuando vos disfrutas algo, los resultados llegan solos"
El esgrimista Martín Lora Grunwaldt cuenta cómo fueron sus comienzos en el deporte, cómo se prepara para los Juegos Panamericanos de Lima y también revela sus sueños deportivos, en una entrevista mano a mano con Argentina Dorada.
Martín Lora Grunwaldt se prepara para un año cargado de compromisos, con los ojos puestos en la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Pero a nivel continental competirá en sus primeros Juegos Panamericanos, que tendrán lugar en Lima (Perú) entre el 26 de julio y el 11 de agosto.
Durante un alto en su entrenamiento en la Fundación Argentina de Esgrima, el deportista se refresca, toma un poco de aire y se acomoda en al balcón de la sala para charlar con Argentina Dorada.
El especialista en sable conoció la esgrima a través de su bisabuelo. “Nació en 1910 y murió hace diez años, entonces lo conocí hasta bastante adolescente. De chico veía que tenía espadas en la casa y jugaba con él, él moría si yo le agarraba los floretes y las espadas”, cuenta sonriente.
Practicó natación en el club GEBA (Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires) hasta que se “aburrió” y decidió probar la esgrima. Tiempo más tarde conoció a los maestros Lucas Saucedo y Rodrigo Álvarez, “le encantó como daban ellos las clases” y “se enganchó mucho con el deporte”, confiesa.
"Jamás se me cruzó por la cabeza que iba a representar a mi país"
El porteño de 29 años es el número uno de sable en Argentina y admite que “jamás se le cruzó por la cabeza” que iba a llegar a representar al país. También reconoce que es “un privilegio” poder estar entre los mejores. “Yo escuchaba que Lucas y Rodrigo me decían: ´Vos tenes que pensar a cuatro años, vas a ver que eventualmente vas a estar en la Selección´, y dicho y hecho, a los cuatro años yo estaba compitiendo en la Selección de menores”, relata.
En la sala ubicada en Palermo, Lora Grunwaldt comparte sus entrenamientos con sablistas de todas las edades, de las ramas femeninas y masculinas, entre los que se encuentran la olímpica Belén Pérez Maurice y Matías Ríos, el reciente competidor de los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018. “El arma de sable es un arma con la que yo me identifico más que con las otras por mi tipo de personalidad. Soy una persona que le gusta mucho ir de frente, le gusta la velocidad, le gusta esa instantaneidad de toma de decisiones que se generan más en sable que con cualquier otra de las armas”, explica.
La exigencia del entrenamiento se nota y el calor se siente, sobretodo con el traje puesto que aumenta bastante la temperatura ambiente. “Los entrenamientos son muy variados. Tenes un entrenamiento técnico (donde uno mecaniza movimientos que se producen en un combate y donde a su vez lo que busca reproducir el entrenador es la fracción de tiempo y de distancia en la que vos tenes que tomar una u otra decisión), un entrenamiento de combate (donde uno está en una situación que no controla porque tu rival quiere tocarte, así como vos queres tocarlo a él) y una preparación física (que se hace en el gimnasio).
La parte psicológica cumple un rol importante para un esgrimista, cuya competencia es de forma individual. Sobre ese tema Martín comenta: “Tengo mi psicóloga deportiva, con la que trato cuestiones que me suceden en el combate o en las clases. Y después están los ejercicios psicológicos que hago aparte solo en mi casa, para poder llegar concentrado y mecanizado visualmente a la hora de combatir y de tomar clases”.
Al doble medallista panamericano practicar esgrima “le genera muchísima felicidad”. “Es como que te olvidas de todos los problemas, de todo lo que hay fuera de tu vida y sos ese instante, ese momento, ese punto”, cuenta entusiasmado.
"Aprendo un montón enseñando"
Además de competir, es profesor de esgrima. Para él es “sumamente enriquecedor” dar clases y “aprende un montón enseñando”. “Lucas (Saucedo) en su momento me dijo: ´Empezá a enseñar para tratar de aprender vos, porque cuando tenes que transmitirle un conocimiento a alguien más, vos lo vas a entender muchísimo mejor´”, relata.
Sobre la esgrima en Argentina, el sablista asegura que en los últimos tiempos, “principalmente después de la creación del ENARD”, es notable la mejora en todos los deportes. “Me parece que los resultados que hemos tenido en la esgrima en particular han sido muy buenos a lo largo de todos los años”, remarca.
"Empecé a ir a mi psicóloga deportiva porque sentía que no estaba disfrutando del deporte"
Para Lora Grunwaldt su mayor sueño deportivo es “poder seguir compitiendo en alto rendimiento”. Y explica el por qué: “Hace un par de años empecé a ir a mi psicóloga deportiva porque sentía que no estaba disfrutando del deporte. Cambiando eso, empezando a disfrutar del deporte, comencé a ganar muchísimo más; entonces pienso que el resultado viene acompañado del disfrute. Cuando vos disfrutas algo, los resultados llegan solos”, admite.
Al momento de describirse como deportista, sin dudarlo responde: “Me considero más consistente y disciplinado que talentoso”. Y agrega: “Soy una persona muy perseverante y creo que eso es lo que me diferencia del resto”, finaliza convencido el sablista.